Por: Yuliana Saavedra Comunicadora social y periodista, creo en las historias inspiradoras @yulsxFollow
Nos acoge un planeta finito recubierto de plástico. Hace falta mucha conciencia, sobre todo en las regiones rurales colombianas, para entender que la gestión correcta de residuos permite un progreso que mejora la economía y la calidad de vida. Como sociedad debemos modificar los hábitos para reducir al mínimo la generación de residuos, básicamente darle muchas oportunidades a los empaques, a los servicios, a los residuos, a los materiales, al agua y a la energía.
Me pregunto si un país como Colombia puede lograr una gestión de residuos digna que pueda generar muchos puestos de trabajo simultáneamente con la transformación de toda la sociedad. El diseño en la gestión de la basura debe ser corregido: reciclar, reutilizar y compostar deben ser hábitos obligatorios para cualquier familia; y es obligatorio porque el cambio climático es real, el clima está cambiando de forma intensa y rápida, los impactos de esta transformación en el clima tienen mayor intensidad de tormentas, mayor derretimiento de glaciares, sequías e inundaciones más frecuentes. El cambio climático ya se está viviendo y nos afecta a todos.
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Existen empresas innovadoras, resueltas a ser parte del cambio en el consumo ofreciendo alternativas en un mercado competitivo. Un ejemplo es la Fundación Botellas de Amor; su trabajo hace que el plástico reutilizado se convierta en madera plástica que funciona como materia prima para un sinfín de usos que llenan de esperanza: fabrican y donan viviendas, parques infantiles y mobiliario escolar. Esta es una de varias empresas que se abren camino en este mercado.
También las organizaciones de recicladores luchan en su día a día para que el reciclaje sea un negocio formal, para que dé la oportunidad a personas de escasos recursos que se dedican a este negocio de manera informal a que reciban reconocimiento al trabajo que hacen diariamente el sustento de sus familias.
Los recicladores tienen que enfrentar las acciones de una sociedad que se niega a reciclar: cerca del 75% de los colombianos no hacen una separación adecuada, entonces se encuentran vidrios rotos o desechos tóxicos que atentan contra su seguridad, también son mal vistos a pesar de que su labor debería ser gratificada por todos. Vean un poco de su día a día y aprendan técnicas de reciclaje con mi youtuber favorita: Marce la recicladora.
Es todo un reto asumir el reciclaje como hábito. De acuerdo con reportes del Banco Mundial, al año 2019 los países de la región latinoamericana solo reciclaban 4,5% de sus desechos, cifra muy reducida en comparación con el promedio mundial que alcanza 13,5%. La separación de residuos le funciona a países líderes en reciclaje como Suecia y Japón, mientras que los Países Bajos apuestan por la reutilización y la energía renovable y por la inversión en desarrollo de iniciativas que lleven a sus habitantes a alcanzar una economía circular y sostenible.
¿Cuáles son las metas de Colombia en materia de reciclaje?
En el papel lo que se debería hacer es claro y preciso. Según un artículo en la revista Dinero, en 2018 se publicó la Resolución 1407, con la cual el Gobierno reglamenta la gestión ambiental y establece el compromiso que tienen las empresas de recoger los empaques y envases de papel, cartón, plástico, vidrio y metal que ponen en el mercado, excluyendo los usados en el sector farmacéutico en medicamentos primarios o peligrosos. El Gobierno dispuso que la estrategia estará dirigida a residuos sólidos no peligrosos, los cuales en su mayoría se producen en los hogares, divididos entre orgánicos que constituyen cerca de 61,3 % del total, seguidos del metal (18,5 %), plástico (10,7 %), cartón y papel (6,55 %) y vidrio (2,4 %).
Además, se incluyen otros residuos como los escombros ocasionados por las demoliciones, llantas, colchones y muebles.
Pero seamos realistas ¿ustedes hacen una gestión adecuada de reciclaje? ¿Sus familiares lo hacen sobre todo cuando viven en pueblos o zonas rurales? ¿los productores industriales de alimentos o insumos para la belleza y demás, socializan con sus compradores el esquema de responsabilidad social?
En el ejercicio diario de reciclar en casa, se tiene más conciencia del exceso de plástico en todo tipo de empaques, el plástico es normal para el consumidor colombiano pero urge ser reemplazado por materiales biodegradables, ojalá en un corto plazo. Empresarios, esta es una invitación a repensar su manera de llegar al consumidor, y ciudadanos esta es una invitación para ser más responsable en separación en la fuente.
¡Que regresen los trueques y se hagan más fuertes los mercados verdes! ¡Que la innovación llegue con nuevos empaques!, pero sobre todo, que nuestros hábitos sean enseñados con el ejemplo para esas futuras generaciones que merecen sentir y vivir este planeta que aún nos puede dar otra oportunidad.